
A las pocas semanas de regresar a mi ciudad natal, Durango, me encontré con un pequeño lugar escondido cerca del parque Guadiana. Me llamó la atención su estilo atrevido de arquitectura en contenedores y su ubicación: tiene la altura suficiente para observar una de las áreas más verdes de la zona y su calle es poco transitada por lo que te da cierta privacidad del escándalo urbano.
